domingo, 17 de diciembre de 2006

ALGO ASI COMO UNA EDITORIAL

“… POR UN TROCITO DE FELICIDAD UN POQUITO MAS GRANDE QUE LA DEL VECINO OFRECEREMOS LO MEJOR DE NOSOTROS Y RECIBIREMOS A CAMBIO FOTOGRAFÍAS E INFORMACIÓN SOBRE LA VIDA DE LAS FUTURAS MARLENES OLIVARÍES, ASALTOS A MANO ARMADA Y ATAQUES “TERRORISTAS” CONTEMPLANDO COMO, PERMANENTEMENTE DE AQUÍ A LA ETERNIDAD, BAJA Y SUBE EL DESEMPLEO MIENTRAS AUMENTAN LOS NIVELES DE DROGADICCIÓN Y DELINCUENCIA”

Creyendo que los métodos violentos de reivindicaciones sociales traen mas problemas y calamidades que los que solucionan. Considerando que la forma de organización que se ha gestado a lo largo de la historia a facilitado el que se perpetúen desigualdades y perduren despotismos administrativos. Tomando en cuenta el endiosamiento de las individualidades egoístas y la incitación permanente a la satisfacción compulsiva de necesidades creadas intencionalmente por los medios de comunicación. Es que a decidido aparecer “El Show de Benedicto $26” no para redundar en el discursillo izquierdoso, ni para hacer acaloradas y ridículas denuncias de lo que ya todos saben., sino para burlarse de la dramática ironía que significa vivir en un mundo lleno de disputas materiales y egoístas, donde el estimulo pedagógico se reduce a incentivar y crear productos educacionales (capacitaciones técnicas) que no todos pueden comprar, y la prensa “informativa” “informa” sobre temas absolutamente irrelevantes, mientras algunos economistas realizan todo tipo de malversaciones y fraudes al amparo de la ley que los protege.
Parodiar a los señores, desvirtuar sus patéticos rituales por medio de la ironía. Hacer de sus páginas sociales un ridículo antecedente de lo estúpido que resulta hacer alarde del poder y exhibición figurona que ostentan. Clonar sus gestos y discriminaciones e invertirlas de manera que luzcan en todo su esplendor lo caricatural de sus costumbres, tradiciones y valores éticos. Y no sólo eso además levantar la voz, la humilde voz de quienes tienen algo que decir, de quienes quieren decir algo, de quienes a pesar de pertenecer irremediablemente a esta forma de hacer sociedad y reproducir, en alguna medida conciente o inconciente, las mismas pautas de comportamiento, (contribuyendo así a que esto continúe) nos atrevemos a hablar de nuestros propios defectos y mofarnos de nuestros propios errores, pues seremos algún día esos mismos administrativos, esos mismos representantes, esos mismos ejecutivos que por un trocito de felicidad un poquito mas grande que la del vecino ofreceremos lo mejor de nosotros, y recibiremos a cambio fotografías e información sobre la vida de las futuras Marlenes Olivaríes, asaltos a mano armada, ataques “terroristas” y contemplando cómo, permanentemente de aquí a la eternidad, baja y sube el desempleo mientras aumentan los niveles de drogadicción y delincuencia. Ademas de una vida relativamente estable, claro.
La risa es el último recurso que nos queda cuando se trata de hacer pública una pena, y la palabra escrita el medio propicio para comunicar con la esperanza de que alguien nos escucha y comparte nuestra penosa critica.
EL CONSEJAL CONSEJERO

1 comentario:

AtAcAMA dijo...

Waldo!!!! Waldo!!!! Waldo!!! a la política chiquillo, para remplazar a los caducos.
Viva la anarquía y agregame a tus link yo voy a hacer lo mismo